La seguridad social es un derecho humano que responde a una necesidad universal de protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia médica y ayuda a las familias con hijos. Con base a los os convenios y recomendaciones que conforman el marco normativo de la Organización Internacional del Trabajo en materia de seguridad social son instrumentos singulares: en ellos se establecen normas mínimas de protección que orientan el desarrollo de los sistemas nacionales de prestaciones y de seguridad social, sobre la base de las buenas prácticas de todas las regiones del mundo.
La seguridad social en México es un tema de vital importancia que ha experimentado una evolución significativa a lo largo de los años. Desde sus antecedentes hasta la actualidad, ha sido una piedra angular en la protección de los derechos y el bienestar de los ciudadanos. En este artículo, exploraremos los antecedentes, perspectivas, desarrollo, situación actual y tendencias de la seguridad social en México.
Los antecedentes se remontan al periodo posrevolucionario a principios del siglo XX, cuando se establecieron las bases de un sistema de seguridad social. Uno de los hitos más importantes fue la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 1943, que marcó el inicio de una estructura más formalizada de seguridad social en el país. A lo largo de los años, se han desarrollado diversas instituciones y programas para brindar atención médica, pensiones y otros beneficios a los trabajadores y sus familias.
La seguridad social en México ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. Inicialmente, el sistema estaba orientado principalmente hacia los trabajadores formales, dejando a un gran sector de la población sin cobertura. Sin embargo, las perspectivas han evolucionado para incluir a trabajadores informales y poblaciones vulnerables, con el objetivo de garantizar un acceso más equitativo a los servicios de salud y pensiones.
Sin embargo, persisten desafíos significativos, como la sostenibilidad financiera especialmente en un contexto demográfico en el que la población está envejeciendo, además la calidad de los servicios y la ampliación de la cobertura siguen siendo áreas de mejora. Las tendencias actuales indican un esfuerzo continuo por mejorar y fortalecer el sistema de seguridad social, lo que es esencial para garantizar el bienestar y la protección de los derechos de todos los ciudadanos mexicanos en el presente y el futuro.
